Wednesday, March 25, 2009

Abstracción.
31 de Agosto de 2004

Nunca había pasado un cumpleaños sola, sin pastel hecho por mi madre ni reunión por la noche. Esa mañana desperté sola, como siempre lo había hecho, al menos en la transición noche-día o públicamente hablando.

Caminé lento hasta la escuela, hacía frío y todo estaba mojado. Nunca me había sentido tan bien en mi vida y tan sola al mismo tiempo.
Fue un día de clases normal, ropa, vida social, humo de cigarro, caras nuevas, intereses descubiertos y por descubrir… enemigos nuevos.

Tuve en el estomago esa sensación de expectativa todo el día, esa extraña predicción de algo bueno, un cambio.

Eran las seis de la tarde cuando una casualidad te trajo a mi vida con mis 19 años en las manos. No volví a dormir sola, al menos ayer, hoy ,,.

No sé hasta donde te dejaré entrar en mi vida, en realidad, si lo sé. Como siempre fingiré no darle importancia, seguir adelante mientras mi interior cambia de color a una velocidad impresionante, dejándome vivir y siendo vivida, sintiendo con todas mis fuerzas cada una de mis emociones, envolviéndome en todo eso que eres.

No te conozco. Tu forma de caminar, los labios rojos, la mirada perdida bajo la cortina espesa de pestañas castañas, esa forma de hablar en la que pareces tratar de controlar lo que dices y una actitud agresiva, prepotente que contrasta radicalmente con tu apariencia waif, con lo indefenso que me eres, con lo mucho que me cautivas, me interesas, me llamas.

Existe algo, pareces haberme conocido siempre, esta mañana fue como si toda la vida hubiera sido de la misma manera, incluso en las noches, mientras duermes, mientras duermo, estamos conectados.

4 de Septiembre de 2004.

Conducía un camión lleno de dinamita por la Plaza Roja cuando se dio cuenta de que ya no había nada que hacer allí. Se acordó de la foto de Iggy Pop y David Bowie en Moscú. Trató de encontrarlos pero no dio con ellos. Así que comenzó a angustiarse y se angustió tanto que se despertó.

Le pregunté: ¿Qué te pasa?
Y dijo: Nada, sólo era un sueño.

Después volvimos a quedarnos dormidos.
Soñé que tenía una pistola de plata. Una pistola preciosa. Primero disparaba contra el hombre que mató a Lennon y pensaba: eso está bien, pero después me ponía a dispararle a todo el mundo. Disparaba sobre los que iban de uniforme y me daba igual que fueran policías, carteros, azafatas o futbolistas. Sinceramente no sabía qué pensar al respecto. Cuando se terminaron las balas, tiré la pistola al suelo y eché a correr. Corría tan deprisa como podía, y podía correr realmente deprisa. Tanto que los niños temblaban en sus asientos cuando pasaba cerca de un colegio. Corría mucho más deprisa de lo que he corrido nunca despierto, dos o tres veces más. Cuando llegué a Moscú me puse a buscar a Iggy y a Bowie pero para entonces ya era viejo y estaba cansado. Un chico con una cazadora de cuero roja me dijo: Bowie ya no está aquí, se ha ido a Berlín, Iggy está con él. Hace un rato ha venido tu chica, pero ella corría más que tú. Ya debe de estar allí. Después el chico se marchó y me quedé solo y empecé a comprender que todo era un sueño, desde el principio. Porque yo no podía ver en sus sueños y porque ni siquiera tenía chica.
Desperté.

Me preguntó: ¿Ahora tú? ¿Qué te pasa?
Le dije: ¿Mare? ¿Eres mi chica?
Me dijo: No lo sé, ¿importa?
Le dije: Soñé que buscaba a Iggy y a Bowie.
Me dijo: Soñé lo mismo, me desesperé.
Le dije: Entonces si eres mi chica, el sueño me lo dijo, ahí lo eras y como siempre me llevabas ventaja.
Me dijo: ¿Te llevo ventaja? ¡Ha! Bueno entonces si lo soy.

25 de Marzo de 2009.

No logré dormir, no sin ellas, no sin sentirme acompañada. Invento, organizo y planeo, pero no incluyo. Yo escojo, yo canto, yo bailo... solo creo el ambiente, sigo sola pero no en contexto. Pude haber estado asi toda la noche. No recuerdo, no me recuerdo...

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home